Vida de Servicio Consagrado

Hermanas Basilianas

La vocación es un llamado desde un diálogo de amor entre Dios y la persona a quien Él llama; porque desde la creación Dios tiene un plan para cada uno, una misión única e irrepetible en la historia de la salvación: «Antes que tú nacieras te conocía y te consagré… Jeremías 1,5-12».

Dios llama para estar con Él, elige, forma, consagra y envía a anunciar Su Evangelio. Lo siguen quienes se encuentran con Él, lo buscan en la oración y descubren una misión particular.

Es un llamado a «dejarlo todo» para seguir a Cristo; y vivir, en una comunidad fraterna, un estilo de vida casto, pobre y obediente . Es un llamado a estar con Él y un envío a testimoniar Su «Buena Noticia» como proyecto realizable, cf. Mr 3, 13.

¿Qué es una gran obra sino una cadena de actos hechos con esfuerzo, perseverancia y amor?

La Orden de San Basilio, comenzó en Capadocia, actual Turquía, alrededor del año 356. A raíz de grandes persecuciones parte de ella llega a Ucrania y a partir del año 1911 se expande a Occidente. El 20 de agosto de 1939, dos Hermanas Basilianas, La Madre Sofronia S. Erdely, OSBM y La Madre Margarita Fendio, OSBM, arribaron a Buenos Aires, Argentina. Actualmente las Basilianas están presente en 14 países.

Siguiendo a sus fundadores San Basilio y Santa Macrina, las Hermanas viven el estilo de vida Evangélico profesando castidad, pobreza y obediencia. Glorían a Dios en la Divina Liturgia, santificando el tiempo con el rezo del Oficio Divino, de los Salmos, por la oración personal y una vida contemplativa-apostólica como expresión de la unión con Dios que desborda en amor al prójimo. Buscan la perfección cristiana y son presencia orante, sanante y vivificante.

Sirven a los fieles de la Iglesia Católica Oriental de origen Bizantino Ucranio, manifiestan esa prioridad en sus servicios y están abiertas a la dimensión misionera de la Iglesia Católica Universal. Cada hermana ofrenda sus talentos al servicio del Pueblo de Dios.