Hermana Tecla Germann, OSBM

En la renombrada Picada Galitziana (Misiones), lugar de asentamiento de muchos  antepasados ucranios, un 15 de septiembre de 1936, nació Tecla German. Hija de Demetrio y Catalina quienes tuvieron seis hijos (tres varones y tres mujeres).

A muy temprana edad, despertó en ella su vocación religiosa. Inspirada por la ejemplaridad de las hermanas basilianas Vladimira Jaciuk e Inés Atamaniuk, quienes daban catequesis a los niños de la Picada y colaboraban en la asistencia a las familias, tan solo con seis años ya le decía a su madre: “Quiero ser basiliana.” A los 14 años ingresó al Monasterio “Cristo Rey” de Apóstoles y poco tiempo después la destinaron a la comunidad de San José deFlores; al cumplir 15 años, ingresó al noviciado en Berisso. Se formó bajo la sabiduría, humildad y santidad de la Madre Sofronia Erdely quien siempre le acercaba lecturas espirituales que iluminaron su camino religioso. También hábitos fundamentales como ser el orden, puntualidad, responsabilidad fueron adquiridas durante su formación bajo la tutela de las Madres Estefanía Kosteski y Ana Zapaia.

 En el año 1961 profesó los votos temporales y años más tarde su profesión monástica la llenó de gozo y entusiasmo en el seguimiento de Jesús. Esta ceremonia estuvo presidida por el Reverendo Presbítero Orestes Karpliuk OSBM. A la brevedad fue destinada al monasterio “San José” de Flores bajo los cuidados de la Madre Macrina Halabarda como superiora. Fuesacristana tanto en la comunidad, como en la Iglesia de Curapaligüe. Con el ímpetu que la caracterizaba, recorrió calles y locales de Buenos Aires, pidiendo colaboración, donaciones, rifas y todo lo que querían donar para la construcción de la Catedral Ucraniana de Floresta, iniciada por el Pbro. José Halabarda OSBM.

Una gran prueba de fe para ella y toda su familia fue superar la trágica muerte de dos de sus hermanos varones, quienes fueron alcanzados por un rayo durante la Divina Liturgia. Superar esta situación dolorosa no fue fácil, pero a la vez, fortaleció en la unión de todos los miembros de su familia y de la comunidad de fieles.

 En 1971 fue destinada a Berisso, donde estuvo al cuidado de niñas de Minoridad. Entre los años 1972 y 1986 le designaron para el cuidado del Cardenal José Slipyj en Roma, confesor de la fe en Siberia por espacio de 17 años. Ofrendó 14 años de su vida a esta misión inolvidable…Catorce primaveras, decía.

 Su servicio en los distintos monasterios fueron principalmente estar a cargo de las porterías, como sacristana y en las colonias de Misiones, fue catequista. Estando en el Monasterio Cristo Rey, compartió muchas experiencias con una joven Hermana que daba Catequesis en el colegio: aprendió de ella, y también le transmitió su experiencia.

 En 2018 su salud se deterioró, razón por la cual la trasladaron al Hogar Jesús Misericordioso, donde hasta la fecha fue atendida con mucho amor y piedad por médicos, enfermeras y las hermanas encargadas de ese ministerio.

 Su vida fue sencilla, noble y frágil en salud, sin embargo, su carácter firme, decidido y su compromiso constante, le permitieron alcanzar altos ideales.

 Que su paso por esta vida nos recuerde que “nada es imposible para Dios”.

​​​Dios la reciba en la morada de los justos.

​​​                  Eterna Memoria.            

 

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